Creo que nadie a estas alturas desconoce el éxito de las consolas de Sony, es verdad que algunas no han gozado de tanta popularidad como otras, pero la buena acogida queda clara. Y es más que cierto que este éxito a finales de los 90 era indiscutible.
Debido a a esto los directivos de Sony decidieron celebrarlo con una reunión jugando al golf, de este modo regocijarse del éxito de la compañía por esos tiempos, además parecía que había cierta intencionalidad al escogerse esta fecha, ya que se encontraba cerca de la fecha de salida de Dreamcast, momento realmente importante para la compañía nipona.
Los de SEGA, muy avispados ellos, decidieron gastar una broma a su compañía rival… ¿Pero cómo?
Una broma que debía serlo a lo grande, pero bien elaborada.
Todos los elementos estaban cercanos a una fecha en común, la salida de la nueva consola de SEGA, y la compañía debía de aprovechar la oportunidad para hacerlo a lo grande y de paso hacerse publicidad. Pues todo esto comienza así… Para empezar SEGA colocó justo en la entrada del campo de golf, donde los componentes de Sony se reunirían para pasar el día, una gran estatua de Sonic… Sí, nuestro azul amigo estaba dándoles la bienvenida. Pero esto solo era el inicio, ya que se tomaron la molestia de colocar a todas las pelotas de golf una espiral roja, el símbolo de Dreamcast y para rematar la faena pasaría sobrevolando el campo de golf, durante todo el día, una avioneta con una pancarta que anunciaba la fecha de salida de Dreamcast (9 de septiembre de 1999).
Hay que admitir que la broma estaba la mar de trabajada y se preocuparon para pillar por sorpresa a equipo de Sony, hubiera sido divertido conocer las reacciones de los directivos ante semejante troleada, pero lo que sí está claro es que no lo olvidarían. También es cierto que esto demuestra lo creativa que puede llegar a ser SEGA, y no solo con sus videojuegos.
Es una verdadera lástima que Dreamcast no siguiera el éxito de la broma, pero también es cierto que somos muchos los que recordamos a esta consola con cariño y es indiscutible que ya forma parte de uno de los grandes recuerdos del mundo de las videoconsolas.