
El año 2025 marca el 55º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Chile, así como el 20º aniversario de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral. Partiendo del desarrollo histórico y de los logros actuales de la cooperación comercial entre ambos países, CGTN en español y la Universidad de Magallanes (UMAG) de Chile llevaron a cabo una investigación conjunta y publicaron en línea la «Encuesta sobre los 20 años del TLC China–Chile», con el fin de recoger la opinión de los internautas hispanohablantes sobre dicho acuerdo y sobre los modelos de cooperación comercial bilateral y multilateral derivados del mismo.
1.Establecimiento de la matriz de acuerdos del TLC China–Chile
El TLC China-Chile, firmado en 2005, fue el primer tratado de libre comercio que China suscribió con un país de América Latina, y además es uno de los acuerdos con mayor grado de liberalización del comercio de mercancías que ha firmado China, con un carácter pionero para la cooperación económico-comercial entre ambos países y, más ampliamente, entre China y la región de ALC.
En abril de 2008 se firmó un acuerdo complementario sobre comercio de servicios; en septiembre de 2012 se suscribió otro acuerdo complementario sobre inversiones; y en 2017 se firmó el acuerdo de actualización del área de libre comercio China-Chile, que fue la primera modernización de un TLC entre China y un país latinoamericano.

2.Principales logros del TLC China–Chile en sus 20 años
Mediante la firma e implementación de esta serie de acuerdos, China y Chile han construido en apenas dos décadas un modelo de cooperación económica integral que abarca el comercio de mercancías, el comercio de servicios y la inversión, generando un impacto notable en el comercio bilateral, la inversión y la calidad de vida de la población.
En 2006, año de la entrada en vigor inicial del acuerdo, el comercio bilateral China–Chile alcanzó 70,85 mil millones de yuanes; para 2024 había escalado hasta 437,95 mil millones de yuanes, lo que equivale a una tasa de crecimiento anual promedio del 11,2 %, un incremento de aproximadamente 8,6 veces respecto al período anterior a su entrada en vigor.
China se ha mantenido durante años como el principal socio comercial de Chile: es el primer destino de las exportaciones chilenas, la primera fuente de importaciones, la principal fuente de superávit comercial del país y el mayor origen de inversión extranjera directa.
Chile, a su vez, es el tercer socio comercial de China en la región latinoamericana.
Actualmente, la cobertura de productos con arancel cero entre ambas partes alcanza aproximadamente el 98 %, lo que ha facilitado un tránsito más fluido de mercancías entre los dos países.
Numerosos productos chilenos y chinos han llegado a formar parte de la vida cotidiana de ambos pueblos. Chile es el mayor productor y exportador mundial de cobre, mientras que China es el mayor importador mundial de cobre; los productos mineros, encabezados por el cobre, constituyen la columna vertebral de las exportaciones chilenas a China. Asimismo, los productos agrícolas y agro-procesados chilenos han aumentado de forma significativa en el mercado chino, convirtiéndose así en una carta de presentación de Chile en el consumo diario del gigante asiático.
De acuerdo con datos aduaneros de China, en los primeros cuatro meses de 2025 las exportaciones chilenas de cerezas a China alcanzaron 17,54 mil millones de yuanes, representando el 16,2 % del valor total de importaciones desde Chile en ese periodo. La nación chilena ha sido durante más de una década la principal fuente de cerezas importadas por China, representando alrededor del 90 % del volumen exportado.
Durante los primeros cuatro meses de 2025, las importaciones chinas desde Chile de cangrejo congelado, salmón chum y aguacate aumentaron 26,3 %, 180,9 % y 68,1 %, respectivamente.
Datos del Servicio de Promoción de las Exportaciones de Chile (ProChile) muestran que en 2024 China superó a Estados Unidos como el principal destino de las exportaciones alimentarias chilenas.
En sentido inverso, las exportaciones chinas a Chile se concentran en productos industriales y manufacturados necesarios para el desarrollo industrial y el consumo del mercado chileno. Los productos electromecánicos constituyen la principal categoría de exportación china a Chile. Según estadísticas aduaneras de Chile de la primera mitad de 2017, las tres categorías principales —productos electromecánicos, textiles y materias primas textiles, y metales y sus manufacturas— representaban el 66,1 % del total de importaciones chilenas desde China. En sectores como el textil y el calzado, la participación de productos chinos llegó a representar 65,7 % y 59,5 %, respectivamente.
Aunque Chile ha mantenido un superávit comercial sostenido durante estas dos décadas, y ese superávit acumulado alcanza cifras de escala billonaria en yuanes, la alta complementariedad de las cadenas productivas ha permitido que la relación sea mutuamente beneficiosa: las exportaciones chilenas apoyan a las industrias chinas de alto valor añadido, mientras que los equipos, la tecnología y las inversiones chinas han contribuido a la modernización de la infraestructura, la industria minera y la transición hacia un desarrollo más verde en Chile.
3.Encuesta en línea y valoraciones de expertos
Con motivo del vigésimo aniversario del TLC China–Chile, órganos gubernamentales, universidades, centros de pensamiento, medios de comunicación y académicos de ambos países han realizado numerosos balances y análisis, evaluando de manera positiva el impacto del acuerdo en la cooperación económica bilateral y anticipando nuevas áreas de colaboración futura.
En su diagnóstico, destacan la necesidad de formar talento especializado y de ampliar la cooperación en campos de vanguardia, como energías renovables, vehículos eléctricos, inteligencia artificial y economía digital.
Para contrastar la percepción experta con la opinión pública, CGTN en español y la Universidad de Magallanes diseñaron una encuesta en línea dirigida a usuarios hispanohablantes, que parte de las experiencias personales de consumo y se extiende a sus percepciones sobre el TLC y la cooperación China–ALC.
En la primera fase respondieron más de 560 usuarios de habla hispana; el 13 % de la muestra procedía de Chile y el 81 % de otros países latinoamericanos. Los encuestados expresaron valoraciones positivas sobre el desarrollo del TLC China-Chile en sus 20 años, especialmente en relación con sus efectos macroeconómicos y en materia de bienestar ciudadano.
En cuanto a las categorías de productos chinos adquiridos en la vida cotidiana, más del 50 % de los encuestados seleccionó productos electrónicos. Respecto a las razones de esta preferencia, hasta el 89 % consideró que los productos chinos ofrecen una “buena relación calidad-precio”, una “buena experiencia de uso” y una “fácil adquisición”.
En el ámbito de las exportaciones, el 57 % de los participantes estimó que productos chilenos como el salmón, las cerezas, el vino y otros productos agrícolas procesados son altamente competitivos en el mercado chino.
Acerca del impacto del TLC China-Chile en el comercio y la cooperación económica bilateral, el 100 % de los encuestados afirmó que el acuerdo de 2005 y sus sucesivas actualizaciones han influido en el crecimiento del volumen comercial entre ambos países; más de la mitad consideró que esa influencia ha sido decisiva.
Al extrapolar este modelo al conjunto de América Latina o al ámbito macroeconómico, el 86 % opinó que la firma de tratados de libre comercio tiene un impacto directo o considerable en el comercio bilateral, y el 92 % confió en que el modelo de desarrollo del TLC China–Chile puede servir de referencia para el comercio entre China y América Latina en su conjunto.
De cara al futuro del comercio China–Chile, del comercio China–América Latina y del desarrollo económico global, el 97 % de los encuestados se mostró optimista respecto a que el comercio entre ambos países podrá mantener un desarrollo estable en los próximos 3 a 5 años, y manifestó su expectativa de que los campos de cooperación se amplíen hacia industrias como las nuevas energías (75 %), la manufactura avanzada (11 %) y el comercio digital (8 %).
La mitad de los participantes expresó su expectativa de que, gracias al desarrollo del comercio China–Chile, podrán adquirir y utilizar productos chinos a precios más accesibles en su vida cotidiana.
El 85 % cree que la globalización comercial beneficia a los países y a sus ciudadanos, y el 94 % de los internautas latinoamericanos considera que el desarrollo de acuerdos bilaterales y multilaterales de libre comercio constituye el camino necesario para el despegue económico de la región.
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