Por Mihai Rusu
Hace ya veinte años que yo, Mihai Rusu, emprendí un camino lleno de desafíos y obstáculos en el mundo del negocio digital. En 2002, me encontraba ante el ordenador, sin experiencia previa ni una formación específica en emprendimiento.
A diferencia de lo que muchas películas y libros pueden hacernos creer, el éxito empresarial no garantiza riquezas instantáneas y fama deslumbrante. En realidad, la vida emprendedora es un viaje arduo y lleno de altibajos, y quiero compartir mi historia para arrojar luz sobre la realidad de este camino.
6 puntos a destacar en este tiempo
La juventud y la determinación
A los 22 años, en lugar de optar por la comodidad de un empleo, decidí emprender. Como dijo mi colega Elia Guardiola, «emprender es una mierda, pero al final, compensa«. Mi falta de conocimientos empresariales y financieros no me detuvo, y enfrenté cada desafío que se presentó.
Comencé solo, sin dinero ni experiencia en negociación o liderazgo. Desde comprar y vender hasta limpiar y preparar pedidos, hice de todo para mantener el negocio a flote. Fue un período agotador, pero no perdí el tiempo; mientras trabajaba y estudiaba, también aprendía de expertos en el sector para tomar decisiones más informadas.
La importancia de la disciplina financiera
Uno de los pilares clave de nuestro éxito fue mantener una disciplina financiera sólida. Aprendí a vivir por debajo de mis ingresos, a reinvertir en el negocio y a evitar gastos innecesarios. Mi abuela solía decir: «No hay que ser tacaño, hay que saber administrar el dinero«. Este consejo simple pero efectivo me ayudó a mantener nuestras finanzas en orden y a evitar problemas económicos.
El apoyo familiar y de seres queridos
El emprendimiento puede ser un camino solitario y estresante, pero el apoyo de la familia y los seres queridos es invaluable. Mi pareja en ese momento desempeñó un papel fundamental en el crecimiento de la empresa, y su apoyo fue crucial. Aunque algunos amigos se alejaron debido a sus propias prioridades, mi familia estuvo siempre presente. Tener a personas que creen en ti y en tu proyecto puede marcar la diferencia en los momentos difíciles.
Aprender constantemente
A medida que crecía el negocio, me di cuenta de que debía aprender sobre una variedad de áreas: ventas, marketing, SEO, contabilidad, diseño web y más. Aunque no me convertí en un experto en todo, adquirí suficiente conocimiento para evaluar propuestas comerciales con un ojo crítico. Aprender a filtrar las oportunidades es esencial para tomar decisiones informadas y evitar malas inversiones.
La importancia de no rendirse
El mundo empresarial es impredecible y lleno de desafíos. A veces, las decisiones no son acertadas, y los errores son inevitables. Sin embargo, lo que distingue a los emprendedores exitosos es su capacidad para aprender de esos errores y seguir adelante. No importa cuántas veces te equivoques; lo importante es no rendirse y mantener la determinación.
Triunfar en el largo plazo
En el mundo de los negocios, el éxito no se mide por el brillo efímero, sino por la capacidad de mantenerse y crecer a lo largo del tiempo. InfoComputer, a pesar de no haber estallado en el mercado de la noche a la mañana, ha demostrado que la perseverancia y el trabajo constante pueden llevar al éxito sostenible. No hemos reventado el mercado, pero cada año hemos crecido de manera constante, gracias al esfuerzo conjunto de un equipo comprometido.
En resumen, InfoComputer ha vivido un viaje de aprendizaje constante, disciplina financiera y determinación inquebrantable. A pesar de los desafíos y obstáculos, hemos logrado crecer y prosperar en el mercado digital. Mi mensaje para aquellos que emprenden o están considerando hacerlo es claro: el camino del emprendimiento no es fácil, pero con pasión, determinación y un enfoque constante en el aprendizaje, se puede lograr el éxito a largo plazo.