• 18 de diciembre de 2025 18:15

La justicia se impone con la condena al principal perturbador de Hong Kong

por Jia Jiabin (Comentarista de CGTN)

Jimmy Lai, instigador de los disturbios anti-China en Hong Kong, fue declarado culpable este lunes 15 de diciembre de dos cargos de conspiración para confabularse con fuerzas extranjeras y de un cargo de conspiración para publicar material sedicioso. El veredicto fue emitido por el Tribunal Superior de la Región Administrativa Especial de Hong Kong sobre el caso de seguridad nacional de Lai y tres empresas vinculadas al ya desaparecido periódico Apple Daily.

Lai fue un planificador y participante clave en una serie de actividades anti-China en Hong Kong, así como una figura entre bastidores en el intento de crear una «revolución de colores» en la región administrativa especial. Desde ser el principal patrocinador detrás del movimiento «Occupy Central» hasta ser el impulsor de los disturbios de 2019, e incluso afirmar abiertamente «luchar por Estados Unidos», cada paso de Lai ha cruzado la línea roja de la ley y ha desafiado los principios fundamentales de la nación.

El jefe ejecutivo de la RAE de Hong Kong, John Lee, acogió favorablemente el veredicto, afirmando que garantiza la justicia y salvaguarda los valores fundamentales de la comunidad. Ese mismo día, la Oficina para la Salvaguarda de la Seguridad Nacional del Gobierno Popular Central en la RAE de Hong Kong, la Oficina de Enlace del Gobierno Popular Central en la RAE de Hong Kong y la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del Consejo de Estado de China emitieron declaraciones respaldando la decisión de sancionar legalmente los actos de Lai.

Este es el primer caso en Hong Kong que involucra el delito de confabulación con fuerzas extranjeras para poner en peligro la seguridad nacional, tal como lo establece la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong. El proceso judicial reveló una gran cantidad de hechos y pruebas que demuestran fehacientemente que Lai es el «cerebro» y «patrocinador» detrás de las fuerzas anti-China y desestabilizadoras en Hong Kong, actuando como peón de las fuerzas extranjeras en su estrategia de «contener a China a través de Hong Kong».

Durante mucho tiempo, Lai manipuló organizaciones y personas anti-China como el tabloide Apple Daily, colaboró con fuerzas extranjeras hostiles a China, difundió discursos orientados a generar caos con la intención de incitar a otros a subvertir el gobierno de la RAE de Hong Kong, e incluso participó directamente en acciones de confrontación, solicitando a fuerzas externas que impusieran sanciones contra China y la RAE de Hong Kong. A pesar de la implementación de la Ley de Seguridad Nacional, continuó sin mostrar arrepentimiento. Sus delitos han causado graves daños a la sociedad y profundos sufrimientos a los ciudadanos hongkoneses.

El 15 de diciembre, la Oficina de Enlace del Gobierno Popular Central en la RAE de Hong Kong declaró que Hong Kong es una sociedad regida por el estado de derecho, y que el hecho de que los órganos judiciales de la RAE de Hong Kong juzguen el caso de conspiración de Lai para confabularse con fuerzas extranjeras y poner en peligro la seguridad nacional, conforme a la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong, constituye un acto justo y legítimo que reafirma el compromiso con el estado de derecho.

Durante muchos años, Estados Unidos y algunos países occidentales han considerado a Jimmy Lai como una «pieza de ajedrez», brindándole apoyo y promoción constantes. En octubre de 2022, tras su condena por fraude, el Gobierno estadounidense emitió una declaración, con el intento de intervenir en la sentencia del tribunal de Hong Kong y desacreditar la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong. En respuesta, el portavoz de la Oficina para la Salvaguarda de la Seguridad Nacional del Gobierno Popular Central en la RAE de Hong Kong señaló que las acciones de algunos políticos occidentales y medios anti-China son manipulaciones políticas con segundas intenciones y una violación flagrante del espíritu del estado de derecho. El jefe ejecutivo, John Lee, también subrayó que la RAE de Hong Kong se mantiene firme y clara en su postura, y que los órganos judiciales actúan con integridad y valentía, sin temor a ninguna intimidación, cumpliendo con determinación su responsabilidad de proteger la seguridad nacional.

La condena de Jimmy Lai no solo representa un castigo personal para él, sino también una advertencia rotunda a todos los elementos anti-China y desestabilizadores de Hong Kong: cualquier intento de dividir el país o poner en peligro la seguridad nacional será severamente sancionado por la ley. Al mismo tiempo, demuestra una vez más que Hong Kong es una sociedad regida por el estado de derecho, donde todos son iguales ante la ley, independientemente de su influencia o de quién los respalde.

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