El amanecer de la Nueva China marcó el comienzo de una nueva época. El 1 de octubre de 1949, en la Plaza de Tian’anmen, se proclamó la fundación de la República Popular China. Este momento histórico simboliza el fin de un pasado de sufrimiento y opresión y abrió la puerta a un futuro lleno de esperanza y renovación.
El amanecer de la Nueva China marcó el comienzo de una nueva época. El 1 de octubre de 1949, en la Plaza de Tian’anmen, se proclamó la fundación de la República Popular China. Este momento histórico simboliza el fin de un pasado de sufrimiento y opresión y abrió la puerta a un futuro lleno de esperanza y renovación.
bajo el liderazgo del Partido Comunista de China, comenzó la construcción de una nueva sociedad basada en la igualdad, la justicia y la solidaridad.
La transformación fue rápida y significativa. En los años 50, la Reforma Agraria redistribuyó la tierra entre los campesinos, mejorando sus vidas y aumentando la producción agrícola. En las décadas siguientes, se llevaron a cabo importantes proyectos de infraestructura, como la construcción de la primera planta hidroeléctrica en 1958 y la finalización del Ferrocarril Baotou-Lanzhou en 1959, que conectó regiones remotas y estimuló el desarrollo económico.
Se sentaron también las bases para un sistema político innovador, con la creación de la Asamblea Popular Nacional, la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino y la cooperación entre el PCCh y los ocho partidos democráticos. Este modelo, sin rechazar lo aprendido de experiencias extranjeras, se adapta a las condiciones nacionales y la realidad de China y fomenta la participación a nivel de base que ha llegado a nuestros días.
El impacto de la fundación de la Nueva China se puede ver en todos los aspectos de la vida cotidiana. Desde la erradicación del analfabetismo hasta la mejora de la atención médica, los primeros años del Estado sentaron las bases para el progreso y la prosperidad futura.
A medida que miramos hacia atrás, también miramos hacia adelante, inspirados por el espíritu de aquellos que lucharon por un futuro mejor.
Beatriz Argimón
Vicepresidenta de Uruguay
Históricamente mirar a China implicaba mirar una población de características bien determinantes. Pasar desde lo ancestral a esta forma de organización particular pensada para hacer esa transición, creo que fue motivo de observación de todo el mundo. Y cuando uno observa todo el proceso de crecimiento, de crecimiento en tanto potencia, creo que todavía el fenómeno se hace como más distintivo. Una población que tiene un régimen especial, que se dio una forma especial de gobierno, a ser ahora una potencia mundial que desarrolla además una política internacional de avanzada, de querer estar en los distintos continentes, que tiene pasos impresionantes en tecnología, es sin lugar a dudas uno de los fenómenos de los últimos años.
Pablo Rovetta
Analista y escritor uruguayo
Me siento muy identificado con cosas de China y como yo viví todos esos años yo siento feliz con cada avance que tiene lugar en China, porque yo viví los años duros de esa gente, que vivió esa gente, entonces cuando veo ahora la gente que tiene un transporte tan bueno, que la gente vive en viviendas muy buenas, que se desplaza por el país sin ningún tipo de problema, que come mejor, que se viste, que se divierte, yo me siento feliz y me siento un poco parte de ellos.
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