Como ya habéis visto últimamente en la prensa, médicos del hospital Sant Joan de Déu han conseguido sacar un tumor a un niño después de ensayar la operación con reproducciones hechas con impresoras 3D.
Este caso en particular ha tenido mucha repercusión mediática, por ser una operación realizada aquí. La preparación de operaciones es una de las aplicaciones más directas de la impresión 3D en medicina, pues cualquier impresora 3D sencilla puede reproducir el escenario a operar.
Pero hay muchas otras aplicaciones. Aquí van algunas de las más interesantes que hemos visto últimamente:
– Sustituto para el yeso, de Deniz Karasahin: Es más ligero que la escayola convencional, se puede mojar y, al estar más pegado a la piel, permite nuevas soluciones como un emisor de ultrasonidos que reduce el tiempo de curación del hueso.
– El instituto nacional de salud de USA ha creado el primer repositorio online de modelos biomédicos para imprimir en 3D. Virus, moléculas, huesos, órganos… Todos para descarga gratuita, preparados para imprimir con cualquier impresora 3D. Además han creado una herramienta para que profesionales del mundo de la medicina sin conocimientos de diseño 3D puedan diseñar sus propios modelos, combinando bloques preestablecidos.
– Cirugía reconstructiva: Ya es posible escanear los huesos del paciente y, mediante impresión 3D, hacer una prótesis que se le adapte perfectamente. Los resultados son espectaculares. Uno de los centros más avanzados es CARTIS.
– Como ya comentamos en este post, miles de personas se están beneficiado de la robohand, una mano ortopédica hecha con impresora 3D de sobremesa que cuesta menos de 50 euros. Siguiendo con el mismo concepto, la misma empresa presentó hace unos días la roboleg, pierna ortopédica que cuesta menos de 100 euros y que puede aguantar el peso de una persona.