EEUU quiere ir un paso más allá en la seguridad y la defensa. Para ello, a partir de Abril de 2014 los servicios de inteligencia estadounidenses iniciarán el desarrollo del programa Janus (durante cuatro años), con el fin de ampliar de una manera contundente las condiciones en las que se puede detectar a un individu@, a través del reconocimiento facial automático.
La diferencia fundamental en el reconocimiento facial automático, que el programa Janus ofrece frente a los actuales sistemas, es que Janus se basa en «representaciones desarrolladas a partir de vídeos e imágenes reales en lugar de colecciones calibradas y forzadas», según ha comentado la Agencia IARPA (Intelligence Advanced Research Projects Activity. Agencia que desarrolla tecnologías de uso militar y de inteligencia desde 2006 y fundada por la oficina del director de inteligencia nacional de EEUU.).
El funcionamiento de Janus en un aeropuerto se centra en el estudio de la dinámica morfológica del rostro humano, las expresiones basadas en los rasgos únicos del esqueleto y la musculatura de cada individuo. El sistema se basa en la vista frontal alineada de las caras en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, cámaras de teléfonos móviles, los vídeos de noticias y demás fuentes.
Además, tiene en cuenta los rasgos característicos del envejecimiento en las personas y las variaciones de luz para mejorar el reconocimiento facial. También contará con una base de datos con un mapa facial para cada persona. Para conocer el grado de éxito que se puede alcanzar con este tipo de programas de reconocimiento facial automático, la agencia IARPA realizó una prueba en septiembre, en un partido de hockey en Washington, con un sistema de vigilancia óptica biométrica. El resultado: el sistema fue capaz de identificar a una persona en mitad de una multitud en cuestión de segundos.
Este tipo de sistemas de vigilancia avanzada, al igual que ocurre con la instalación de cámaras en las calles, provoca opiniones y emociones encontradas, esto es, están los que lo defienden y los que no. Pero opiniones y emociones en pro o en contra de algo existen por doquier, ya que es complicado que todo el mundo esté de acuerdo. Lo que no se debe perder de vista es que en el mundo abundan los «villanos» o «los malos» y hay que protegerse de ellos porque ellos no van a dudar en poner una bomba, pulsar un botón, estrellar un avión, o con la tecnología existente hoy día, vaya usted a saber qué se les ocurre. Así que antes de alterarse por si se va a perder más o menos privacidad, hay que pensar cuán seguro se quiere estar porque la tecnología también está al servicio de «los buenos» y se debe usar en pro de ellos, de una manera razonable, pero debe usarse para la seguridad y la defensa de todos los ciudadanos decentes.