• 20 de abril de 2024 11:48

La sal mejor en una dósis mínima

De todos es sabido que el consumo excesivo de sal es dañino para la salud, sobre todo porque produce hipertensión y sus derivados problemas cardiovasculares. A tanto llega la cuestión en estos días de la lucha contra el alto consumo de este aditivo, que ha salido una noticia que reza: “La sal, una droga tan adictiva como la cocaína”. El quid de la cuestión de dicho artículo es que los “cardiólogos alertan de que induce un cambio en las células nerviosas incrementado la sensación de placer y recompensa” y que “el consumo de sal, igual que el de cocaína, induce un cambio en las células nerviosas situadas en el hipotálamo, provocando un exceso de dopamina y orexina e incrementando así la sensación de placer y recompensa, ha advertido la Sociedad Española del Corazón (SEC)”.

Concretamente en España el consumo está muy por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (señala un nivel óptimo de uso de la sal en 5 gramos diarios para adultos), ya que los españoles consumen una media de 11 gramos (el 80 % de esta sal proviene de alimentos precocinados y el 20 % está presente únicamente en el pan). Hay que tener en cuenta que la sal se encuentra en muchos más alimentos además de en el salero, es decir, la sal se encuentra en panes (como los de molde), embutidos, platos preparados y quesos.

Pero, para cuidar el corazón y, aunque el límite saludable esté en 5, los expertos en cardiología aconsejan reducirlo a un nivel entre 1 y 3 gramos, máxime si se sufre hipertensión o se es propensa a ella.

Consejos para disminuir el consumo de sal y cuidar el corazón, del profesor de Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense ofrece algunas recomendaciones:

-Reducir el aporte de sal en las comidas que preparamos.

-Utilizar saleros con los agujeros más finos para evitar una mayor caída de sal.

-Adquirir en las tiendas de alimentación productos que se publicitan ya como bajos en sal.

-Advertir en los restaurantes que preferimos platos con poca sal.

-Leer las etiquetas de los alimentos procesados, comparar entre varios y escoger el que indique un porcentaje de sodio más bajo.

-Reducir la sal poco a poco de las comidas ya que, como afecta al sabor, ayuda a acostumbrar nuestro paladar.

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