De todos es sabido la importancia que tiene cuidar de los mayores y la especial atención que hay que prestar, a esas edades, a las caídas, evitándolas todo lo que sea posible, ya que los huesos no son ya tan resistentes y pueden generar complicaciones, más allá de la simple rotura de los mismos. De hecho las estadísticas señalan que sólo en España, se registran más de 250.000 caídas de personas mayores anualmente. Para proporcionarles un soporte asistencial en el momento de una caída y de un modo sencillo y rápido, un consorcio de empresas tecnológicas (llamado FallWatch) ha creado un detector de caídas, en forma de un pequeño parche triangular, llamado Vigi’Fall. Este detector de caídas puede conseguir evitar 500.000 hospitalizaciones y 40.000 muertes prematuras, causadas por caídas en Europa cada año.
Vigi’Fall, que se lleva puesto permanentemente y sin molestias, incorpora un sensor de detección de caídas y un dispositivo que avisa a los servicios de emergencia. Ambos están conectados por vía inalámbrica. La interacción entre el parche que lleva puesto el usuario, los sensores de movimiento por infrarrojos y una caja central de control, aseguran la detección precisa de una caída grave y la rápida intervención de un equipo médico de emergencias. La siguiente fase del proyecto, FallWatch DEMO, pretende dar un paso más, monitorizando el pulso y optimizando así su funcionalidad y precisión.
Tan importante es procurar evitar las caídas en mayores, que Jean-Eric Lundy (fundador de Vigilio S.A y médico en el departamento de emergencias del hospital Cochin de París), afirma: “Se estima que más de 20 millones de personas a partir de 65 años sufren una caída cada año en Europa. Es la principal razón de muerte por lesión traumática en este grupo de edad. Por tanto, es crucial recibir intervención médica inmediata y, en muchos casos, puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte” y, añade, “Muy a menudo nos encontramos con pacientes mayores que llegan a emergencias tras haber pasado horas en el suelo porque no podían pedir ayuda. En muchas ocasiones el deterioro físico y psicológico que causa es irreparable. La capacidad de intervenir rápidamente y poder ofrecer la asistencia médica necesaria puede conseguir que una caída no tenga un impacto permanente en la calidad de vida de una persona.”
Cómo funciona el parche de detección de caídas Vigi’Fall.
El mecanismo está basado en un sistema de sensores y en una caja de control central, muy parecidos a los sistemas de alarma. El usuario lleva puesto un biosensor y se colocan varios sensores inalámbricos en las paredes de la casa. Si el usuario sufre una caída, además del aviso emitido por el biosensor, los sensores de las paredes detectan la ausencia de movimiento y, de forma inalámbrica, envían una señal a la caja de control central que también se encuentra en la casa. La caja de control se conecta automáticamente por teléfono con una enfermera o con una centralita en caso de que la caída suceda en la propia casa del usuario. Para distinguir entre caídas reales y falsas alarmas, el sistema está equipado con un software de fusión de datos que permite analizar la naturaleza de la caída (con o sin impacto) y la postura del paciente. En una residencia, la enfermera intervendría inmediatamente. Pero, como segunda vía de verificación para aquellas personas que viven solas, un trabajador de la centralita procederá a intentar conectar con el usuario por teléfono y, si nadie contesta, la familia o un equipo de emergencia se pondrán inmediatamente en camino.
El parche Vigi’Fall puede usarse inclusive en la ducha. Se carga con baterías de alto rendimiento, lo que quiere decir que, una vez que el usuario se pone el parche en la piel, puede hacer una vida totalmente normal, sabiendo que si se produce una caída, la ayuda estará inmediatamente en camino. Vigi’Fall ha sido testado con éxito en laboratorios, hospitales, residencias de ancianos y hogares. Las pruebas en laboratorio han demostrado una tasa de detección de caídas superior al 90% utilizando únicamente el biosensor. En cuanto a las pruebas en entornos reales, donde sí se ha incorporado el software de fusión de datos, han mostrado una tasa de éxito aún mayor puesto que prácticamente se han eliminado las falsas alarmas. Según la profesora Anne-Sophie Rigaud (jefa de geriatría en el hospital Broca en Paris): “Hemos participado en las pruebas de Vigi’Fall desde el inicio y hemos podido observar su evolución constante hasta el punto de que los falsos positivos y las falsas alarmas son poco frecuentes” y, añade, “La comodidad también ha sido una cuestión importante que hemos tenido en cuenta y el parche miniaturizado actual no es intrusivo, tanto desde el punto de vista físico como psicológico. Nuestros pacientes lo toleran bien.”
El consorcio.
En el consorcio FallWatch, la start-up francesa Vigilio S.A., se ha encargado de emplear las tecnologías de la información y la comunicación, en hacer la vida de las personas mayores mejor y más fácil; y, la empresa española Inspiralia, ha desarrollado la tarjeta electrónica en miniatura que permite la comunicación inalámbrica entre el sensor de detección de caídas y el dispositivo de llamada a los servicios de emergencia, así como la pantalla electro-crómica que muestra el estado de la batería. Pero hay más empresas que han participado en este proyecto, puesto que el reto era fabricar el sistema en miniatura para que fuera más cómodo y fácil de usar. Así que el consorcio ha reunido a Vigilio S.A., a Inspiralia y a otras empresas europeas, de diferentes especialidades: desde seguridad personal, microelectrónica y biomateriales hasta nanotecnología, adhesivos médicos y baterías militares y aeroespaciales de alto rendimiento.
Vigi’Fall salió al mercado en noviembre de 2012. Varios de sus componentes han sido fabricados en Francia, Italia, Alemania y Reino Unido, y su posterior montaje se realiza en Francia. La versión doméstica del producto estará disponible en el último trimestre del 2013, mientras que una segunda generación del producto, que además estará adaptada a los estándares RF de Estados Unidos, pasará las pruebas clínicas en Estados Unidos y en Europa en septiembre de 2013. Se espera que la versión comercial de este nuevo dispositivo esté lista para su comercialización hacia el final de 2014 abriendo así importantes oportunidades de negocio.